El invierno es la mejor época para degustar el colinabo.
El colinabo se puede comer crudo tal cual, o en rodajas o rallado en una ensalada. Da la impresión de que tiene por dentro muchas capas, pero no, en realidad detrás de la primera capa verde es sólido y uniforme por dentro. Las hojas también son comestibles, aunque yo no las he utilizado para esta receta.

Crema de colinabo
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- 1 colinabo
- 1 cebolla
- 50ml vino blanco
- Agua
- Anchoas en conserva
- Almejas en conserva
- Aceite, sal y pimienta negra
Instrucciones
- Pela la cebolla y pícala finita.
- Pela el colinabo y pártelo en trocitos.
- En una olla pon un poco de aceite a temperatura media, y cuando esté caliente echa la cebolla con un poco de sal y saltéala 5 minutos removiendo de vez en cuando.
- Incorpora también el vino blanco y el colinabo y saltéalo 5 minutos junto con la cebolla, procurando que no se queme.
- Echa agua a la olla hasta que el colinabo quede cubierto, añade también un poco de sal y pon el fuego a temperatura alta.
- Cuando comience a hervir, pon el fuego a temperatura media, y deja que se cueza todo junto unos 25 minutos hasta que compruebes que el colinabo está perfectamente cocido, por ejemplo pinchándolo con un tenedor. Remueve de vez en cuando.
- Retira la olla del fuego y tritura la crema. Nosotros la hemos pasado a nuestro robot para triturarla y que quedase con una textura muy fina y cremosa, aunque también puedes hacerlo con una batidora de mano dentro de la propia olla y con cuidado de que no salpique.
- Pruébala y rectifícala de sal y pimienta a tu gusto, y también puedes agregar más líquido si la prefieres menos espesa.
- Monta las mini brochetas de almejas y anchoas con un palillo como puedes ver en las fotografía.