Una mesa bien puesta, bonita y bien organizada hace que comer pase de ser un acto de primera necesidad a una experiencia completa que disfrutamos con todos los sentidos.
Pero este año agradeceremos que la Navidad se parezca, aunque sea un poquito, a las de otros años. Cocinaremos algo más elaborado, abriremos un vino, cenaremos o comeremos más pausadamente que un día de diario, e intentaremos que la mesa esté de fiesta.

Nueces y frambuesas
En un bol o ensaladera, ponemos en el centro una vela y rellenamos todo el espacio con nueces enteras. Luego disponemos alrededor unas suculentas, hay de muchísimas variedades, y ponemos un poco, al azar, unas frambuesas para darle color. Para que dé más volumen, podemos poner una manzana y una lima. El único componente más delicadito de este centro son las frambuesas: si no tenemos, podemos sustituirlas por unos tomates cherry o, más duradero aún, unas cayenas.

Frambuesas y hierbabuena
Podemos hacer pequeños centros que le den más presencia al centro del que hablamos antes, o ponerlos solos a lo largo de toda la mesa. Ponemos una vela pequeña en el centro, alrededor de ella colocamos hojitas de hierbabuena y rodeamos la vela con frambuesas. Podemos poner algunos brotes de hierbabuena en uno de los extremos para que le dé más volumen a una parte del centro. Cuando se vayan los últimos invitados, cogemos el contenido de estos boles, lo pones en un vaso ancho con una cucharada de azúcar moreno y otra de zumo de lima y lo aplastamos bien. Llenamos con hielo picado, rematamos con vodka o ron blanco y lista una copa para terminar la noche.

Romero, limones y hiedra
En un plato hondo, ensaladera o frutero, ponemos una vela en el centro y unas ramas de hiedra haciendo una corona por dentro. Rellenamos los huecos grandes con limones y metemos entre ellos suculentas.
Podemos colocar en un frutero transparente, llenamos de agua a la mitad y ponemos un limón en rodajas para decorar. Si queremos hacerlo más llamativo, ponemos alguna rama seca para que le dé más movimiento, o rellenamos con nueces, avellanas o castañas.

Hiedra, caquis, rabanitos, kiwis, rabanitos, granadas y avellanas
Es importante elegir una gama cromática de dos o tres colores máximo. Podemos elegir el verde y rojo/naranja. Elegidos los colores, disponemos las ramas largas. Colocamos las velas como elemento central y a un lado y otro iremos montando el centro.
Después, dispersamos de manera grupal unas avellanas. Y, por último, para rellenar los huecos que hayan quedado, ponemos alguna guirnalda navideña que tengamos en casa. Al día siguiente podemos convertir las frutas en una macedonia, rallar un poco de piel de mandarina y exprimirla, y encurtir los rabanitos para un picoteo saludable.
